AZUA.-«Con mi sueldo ahora mis hijos van a obtener lo que no podía”, fueron las palabras llenas de alegría de Génesis Aranza Valdés, una madre de tres hijos que, entre lágrimas, recibió su nombramiento como conserje por parte del Ministerio de Educación, como un gesto que le cambió la vida, en un hecho registrado en la provincia de Azua.
La mujer recibió de manera sorpresiva el telegrama en su humilde vivienda y, conmovida, relató la dura realidad que ha vivido durante años, tratando de sostener a su familia en medio de la pobreza extrema.
“Cubriendo en las escuelas, mujeres de ocho a cinco de la tarde por 300 pesos. Mis niños pasando tanto trabajo, tanta hambre… Les da la noche sin comer. A veces hasta coditos hervidos (pasta) le doy, y hasta pedir comida me ha tocado”, confesó, con voz entrecortada.
La situación de Génesis se había hecho pública meses atrás, cuando sus precariedades llamaron la atención del director del Distrito Educativo 03-01, Víctor Araujo, quien en diciembre le llevó alimentos para su cena de Nochebuena. Aquel gesto sembró una esperanza que hoy florece con este nombramiento que no solo representa un empleo, sino una nueva oportunidad de vida para ella y sus hijos.
“Hoy le entregamos más que un papel», expresó el funcionario, asegurando que el compromiso del Ministerio de Educación es también con la justicia social.
La historia de Génesis refleja la realidad de muchas mujeres dominicanas que, a pesar de la adversidad, nunca dejan de luchar por el bienestar de sus hijos.