Redacción.- El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se sumó este miércoles a una manifestación organizada por sus simpatizantes ultraderechistas en Brasilia, a tan solo tres días de haber recibido el alta médica tras una operación intestinal.
Los manifestantes se reunieron con remeras con los colores de Brasil y carteles con la frase “Anistia já” (Amnistía ya), a unos tres kilómetros de la Plaza de los Tres Poderes, desde donde iniciaron una “caminata pacífica” hasta el Congreso, en reclamo de una amnistía para todos los condenados por los incidentes del 8 de enero de 2023, ocurridos en ese mismo lugar.
Bolsonaro, quien había sido dado de alta el pasado domingo y a quien se le recomendó reposo, adelantó que buscaría asistir al menos “un momento” a la concentración, en “solidaridad” con quienes, según él, son víctimas de una persecución judicial.
“Pretendo estar ahí también y participar del inicio de la caminata”, afirmó en un video publicado en sus redes sociales. Poco después, fue visto llegando a la Torre de TV y sumándose a la multitud.
La ultraderecha presentó un proyecto de ley en el Parlamento brasileño, que propone una amnistía general para “todos quienes participaron en manifestaciones en cualquier lugar del país desde el 30 de octubre de 2022 hasta la entrada en vigor de la ley”. Esto beneficiaría a los implicados en el intento de golpe de Estado de enero de 2023, ocurrido una semana después de que Lula da Silva asumiera la presidencia.
La medida también incluiría a quienes acamparon frente a cuarteles militares exigiendo la continuidad de Bolsonaro, a pesar de su derrota electoral en 2022. El propio Bolsonaro ha declarado que no sería beneficiario de esta ley.
Sin embargo, el proyecto no cuenta con el apoyo suficiente en el Congreso para avanzar.
Actualmente, hay cerca de 500 personas condenadas por su participación en los disturbios, de las cuales al menos 223 cumplen penas de entre 11 y 17 años de prisión.
Uno de los casos más mencionados durante la protesta fue el de Débora Rodrigues, una peluquera de 39 años condenada a 14 años por haber pintado una estatua con lápiz labial.
“¡Estos patriotas están presos injustamente! Deben soltarlos a todos. ¡Amnistía para todos!”, gritó una manifestante. Otra añadió: “Tenemos que presionar al Congreso, porque solo él puede dar amnistía”.
Este tipo de movilizaciones son frecuentes por parte de la ultraderecha brasileña, como forma de mostrar su desacuerdo con el Poder Judicial.
La última manifestación similar tuvo lugar el 6 de abril, días antes de que Bolsonaro fuera hospitalizado por fuertes dolores abdominales.
En aquella ocasión, ante miles de seguidores en la Avenida Paulista, el exmandatario renovó sus acusaciones contra los jueces, alegando que buscan inhabilitarlo políticamente para impedir su participación en las elecciones de 2026.
“Quieren impedir que llegue libre a las elecciones, porque saben que no hay candidato que pueda vencerme en una disputa justa”, afirmó. Y añadió: “El activismo judicial trabaja para inhabilitar a la derecha, como hicieron con Marine Le Pen, Donald Trump, el presidente de Rumanía o Nicolás Maduro con sus opositores en Venezuela”.
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