Redacción.- La noche del 8 de mayo de 2021, en Durbin Crossing, Florida, parecía transcurrir con normalidad. Tristyn Bailey, una joven porrista de 13 años, salió de su casa para encontrarse con amigos, sin imaginar que no regresaría.
En las primeras horas del día siguiente, las cámaras de seguridad la captaron caminando junto a Aiden Fucci, un compañero de 14 años. Horas más tarde, su cuerpo fue hallado en un bosque cercano con 114 puñaladas, 49 de ellas defensivas, lo que evidenciaba un intento desesperado por defenderse del ataque.
Fucci fue arrestado ese mismo día. Poco después, publicó una selfie desde el asiento trasero de una patrulla en Snapchat, gesto que provocó indignación pública. La investigación reveló que el adolescente había hablado previamente de su deseo de matar a alguien y su ADN fue encontrado en el cuerpo de la víctima.
El caso sacudió a la comunidad y fue considerado uno de los crímenes más estremecedores en la historia reciente del condado de St. Johns.