La fiebre porcina africana no representa un riesgo para la salud humana, pero es altamente contagiosa entre los cerdos y puede tener consecuencias devastadoras para la producción porcina si no se controla a tiempo.
Los productores locales solicitan acompañamiento técnico, apoyo sanitario y orientación sobre las medidas de bioseguridad necesarias para contener el brote y evitar mayores pérdidas.