SANTO DOMINGO.– Entre gritos de indignación y acusaciones de injusticia, familiares de Maireny Mateo, de 28 años, reaccionaron este jueves tras conocer la decisión de la jueza Fátima Veloz, quien impuso una garantía económica de un millón de pesos como medida de coerción a Rosa María Apolinar, de 26 años, acusada de haberle quitado la vida durante una riña el pasado 7 de julio en el sector San Miguel, en el kilómetro 8 ½ de la carretera Sánchez.
“¡Asesina! ¡Asesina! ¡Ya se va para su casa!”, exclamaron los parientes al salir de la sala de audiencia, luego de que la magistrada dictara la medida favorable a la imputada debido a su estado de embarazo.
En contraste, Rosi Rafaela Pulinario, madre de Rosa María y también implicada en el crimen, fue enviada a prisión preventiva por tres meses en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Mujeres.
Crimen por celos
De acuerdo con las autoridades, el homicidio habría estado motivado por un conflicto de celos, ya que Rosa María Apolinar mantenía una presunta relación sentimental con el esposo de la víctima.
Según el testimonio de María Castillo, tía de Maireny Mateo, ambas mujeres eran amigas, y la fallecida incluso ayudaba a la imputada a buscar empleo. Sin embargo, el hallazgo de llamadas entre Apolinar y su esposo habría desencadenado la confrontación.
Rosa María se entregó voluntariamente a la Policía el mismo día del hecho y alegó defensa propia, afirmando que fue atacada con un cuchillo por la víctima. No obstante, esta versión fue refutada por Madresa Mateo García, madre de Maireny, quien aseguró que su hija fue sorprendida camino al trabajo por Rosa María y su madre, quienes la agredieron directamente.
El informe policial confirma que ambas mujeres fueron arrestadas mediante orden judicial tras ser identificadas como responsables del crimen.
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