SANTO DOMINGO, RD- Se cumplen hoy tres meses de la devastadora tragedia ocurrida el pasado 8 de abril , cuando el techo de la icónica discoteca Jet Set en Santo Domingo colapsó durante una presentación en vivo del merenguero Rubby Pérez.
Este trágico evento cobró la vida de 236 personas y dejó más de 180 heridos, convirtiéndose en uno de los desastres más letales en la historia reciente de la República Dominicana.
Entre lágrimas, rezos y reclamos, desde la llamada zona cero, donde una noche de celebración se transformó en tragedia, los parientes de las víctimas y gran parte de la población dominicana continúan esperando respuestas claras y, sobre todo, justicia.
La tragedia del Jet Set no solo dejó un rastro de dolor y luto en cientos de familias, sino que también sacudió a toda la sociedad dominicana. Entre las víctimas se encontraban figuras reconocidas como el propio Rubby Pérez, los ex beisbolistas de la MLB Octavio Dotel y Tony Blanco, y Nelsy Cruz, gobernadora de la provincia Montecristi y hermana del estelar Nelson Cruz. El club, famoso por sus «lunes bailables» y por atraer a celebridades y figuras prominentes, se convirtió en el epicentro de una pesadilla.
Testimonios de sobrevivientes y videos del momento del colapso muestran cómo, sin previo aviso, la estructura cedió, sumiendo a los presentes en el caos y el terror. Los equipos de rescate trabajaron incansablemente durante horas, recuperando cuerpos y rescatando a sobrevivientes de entre los escombros.
Desde el día del colapso, las autoridades dominicanas iniciaron una exhaustiva investigación para determinar las causas de la falla estructural. Informes preliminares y declaraciones de ingenieros han señalado posibles sobrecargas estructurales, deficiencias en el mantenimiento, modificaciones sin la debida evaluación profesional (como la eliminación de una columna estructural por razones estéticas), y la acumulación de peso por equipos y reparaciones previas con materiales inadecuados como el yeso. Se ha revelado que el edificio, construido hace 45 años como cine, no estaba diseñado para soportar el peso y las vibraciones a las que fue sometido como discoteca.
Recientemente, los propietarios del Jet Set, Antonio Espaillat y Maribel Espaillat, fueron arrestados y se les imputa homicidio involuntario. Las acusaciones fiscales sugieren «negligencia sistemática y grave» en el mantenimiento y adaptación de las instalaciones, poniendo en riesgo la vida de sus clientes y empleados.
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