REDACCIÓN.- Una extraña y preocupante tendencia ha ganado popularidad en las redes sociales, especialmente en TikTok, impulsando a hombres a recortar o afeitarse las pestañas bajo la supuesta premisa de lograr una apariencia más «varonil».
Sin embargo, lo que parece una simple moda estética es, según expertos, una práctica peligrosa que pone en serio riesgo la salud ocular.
La idea detrás de esta tendencia, de que unas pestañas largas se asocian solo con lo femenino, carece de fundamento biológico y se basa más en construcciones culturales.
Pero más allá de lo estético, el acto de remover esta parte natural del cuerpo tiene consecuencias directas para la protección de los ojos, advirtió recientemente el medio especializado The Conversation.
Oftalmólogos y otros expertos en salud visual consideran que esta moda viral es sumamente arriesgada. Explican que las pestañas cumplen funciones vitales: actúan como una primera línea de defensa natural, formando una barrera que protege los ojos del polvo, la suciedad y otros residuos en el ambiente.
Al eliminarlas o acortarlas, se facilita peligrosamente la entrada de gérmenes y partículas extrañas, aumentando drásticamente el riesgo de sufrir irritaciones o infecciones.
Además de ser una barrera física, las pestañas ayudan a mantener la humedad esencial en la superficie del ojo, evitando que la película lagrimal se seque rápidamente por la exposición al aire.
También ofrecen una importante protección contra los dañinos rayos ultravioleta del sol, reduciendo hasta en un 24 % la cantidad de luz UV que ingresa al ojo. Cortarlas disminuye significativamente esta defensa natural.
El peligro no solo radica en la ausencia de las pestañas. El simple hecho de manipular objetos afilados –como cuchillas, máquinas de afeitar o tijeras– tan cerca del ojo es inherentemente inseguro. Un movimiento inesperado, un resbalón o un error de cálculo puede resultar en una lesión grave en el párpado o, en el peor de los casos, dañar la delicada córnea del ojo.
Si, además, el instrumento utilizado no está perfectamente limpio o esterilizado, se abre la puerta a infecciones bacterianas que pueden causar blefaritis (inflamación del párpado) y otras complicaciones.
La única «buena noticia» para quienes ya cayeron en esta tendencia es que las pestañas sí vuelven a crecer.
Si no hay un daño permanente en el folículo piloso, recuperarán su longitud habitual, aunque esto puede tardar entre 3 y 4 meses. Su grosor y apariencia generalmente no se ven afectados a largo plazo, según indica The Conversation.
No obstante, los riesgos de lesión e infección durante el proceso de corte hacen que esta moda sea desaconsejada enfáticamente por los especialistas.
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