Redacción.- Una espesa columna de humo negro emergió este miércoles de la chimenea de la Capilla Sixtina, señalando al mundo que los cardenales reunidos en cónclave no lograron elegir al nuevo líder de la Iglesia católica durante la primera jornada de votación.
El tradicional mensaje visual fue observado con expectación por miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, quienes comprendieron de inmediato que aún no hay consenso para designar al nuevo Papa. Según la tradición, el humo blanco indica que ha sido elegido un pontífice, mientras que el humo negro comunica que la decisión sigue pendiente.
Los cardenales electores iniciaron el Cónclave en la misma jornada, luego de trasladarse en una procesión solemne desde el Palacio Apostólico hasta la Capilla Sixtina. Tras prestar juramento de confidencialidad y escuchar la frase “Extra omnes”, que marca el cierre del recinto a toda persona ajena, comenzó formalmente la fase de deliberación y votación.
El proceso seguirá hasta que se logre una mayoría calificada que permita la elección del próximo Pontífice, en un ritual cargado de simbolismo y tradición que ha perdurado por siglos.
Cómo funcionan las estufas en la elección del Papa
En la Capilla Sixtina, dos estufas especiales son utilizadas durante el Cónclave para emitir el humo que indica si se ha elegido o no un nuevo Papa. Una de ellas, de tipo tradicional, sirve para quemar las papeletas de votación, mientras que la otra, más moderna, genera el humo visible: negro si no hubo acuerdo y blanco si se eligió al nuevo pontífice.
La estufa original, instalada en 1938, es de forma cilíndrica, mide aproximadamente un metro de alto por 45 cm de ancho, y tiene grabadas las fechas de los cónclaves en los que se utilizó, desde la elección de Pío XII en 1939 hasta la del papa Francisco en 2013. Está equipada con una puerta inferior para el encendido, una válvula de tiro y una puerta superior para introducir las papeletas.
En 2005, se añadió una segunda estufa, equipada con un dispositivo electrónico que permite añadir compuestos químicos para asegurar que el color del humo sea claramente visible. Según el Museo Vaticano, el humo negro se produce con una mezcla de perclorato de potasio, antraceno y azufre, mientras que el humo blanco se logra con clorato de potasio, lactosa y resina de conífera ámbar.
Además, esta estufa moderna cuenta con una resistencia eléctrica para precalentar el respiradero y un ventilador que puede utilizarse si es necesario, con el objetivo de mejorar la visibilidad del humo que sale por la chimenea. Antiguamente se usaba paja para generar el humo, pero fue reemplazada por compuestos químicos para lograr un resultado más claro y consistente.
El Corpo dei Vigili del Fuoco, cuerpo de bomberos del Vaticano, fue el encargado de instalar recientemente la chimenea en el techo de la Capilla Sixtina para este nuevo cónclave. Según el Vaticano, la primera votación se realiza en la tarde del primer día, y en los días siguientes se hacen dos rondas por la mañana y dos por la tarde.
Aunque no hay una duración fija para la elección de un nuevo Papa, los últimos dos cónclaves (en 2005 y 2013) concluyeron en dos días. Sin embargo, el más largo registrado ocurrió entre 1268 y 1271, y duró casi tres años debido a intensos conflictos políticos entre los cardenales.
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